Mateo 7:1 "No me juzgues"
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Introducción:
Introducción:
Tres preguntas esenciales que buscaremos responder cada semana de esta serie:
¿Qué dice el pasaje en su contexto original?
¿Qué enseña el resto de la Biblia del tema?
¿Cómo lo puedo aplicar a mi vida hoy?
Quizás el versículo mas conocido en la Biblia, y el peor usado es este “No juzgueís...” de Mat. 7:1.
No juzguéis, para que no seáis juzgados.
Ha sido el sello de desaprobación en gran cantidad de confrontaciones, cómo si fuera a invalidar una opinión porque se siente demasiada juzgadora a la otra persona. “Me estás juzgando, y como no podes hacer eso, me da la razón a mi.”
¿Es verdad que no se puede juzgar a otro, por ninguna razón? Si eso fuera cierto, varias situaciones de la vida serían interesantes:
Imagínese al chorro explicándole al juez que no tiene derecho a juzgarlo y lo tiene que dejar ir.
Imagínese al conductor diciéndole al policía que no tiene derecho a multarle por cruzar el semáforo en rojo.
Imagínese al niño diciéndole a los padres que tienen porque darle consecuencias por su desobediencia, mentiras, y berrinches.
Obviamente, en tales casos sería aceptable algún tipo de juicio.
Surgen entonces preguntas de aplicación, como los siguientes:
¿Si veo algún hermano cristiano participando en alguna práctica que no agrada a Dios, tengo el derecho o el deber de amonestarle?
¿Tengo el lugar de hablar a mis hijos adolescentes con respecto a sus decisiones de vestimenta, comportamiento, amigos?
¿Y si lo están participando en algo en solidaridad con algo que va en contra de la Palabra de Dios?
¿Puedo ser el policía espiritual de los medio sociales? Alguien precisa defender a Dios y la Biblia ¿no?
Obviamente estas situaciones, y varios otros de la vida, requieren algo de buen juicio.
Cada uno podemos aprender a juzgar bien al responder las tres preguntas esenciales del tema:
¿Qué dice el pasaje en su contexto original?
¿Qué enseña el resto de la Biblia del tema?
¿Cómo lo puedo aplicar a mi vida hoy?
Leamos el pasaje, Mat. 7:1-6.
No juzguéis, para que no seáis juzgados.Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido.¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo?¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano. No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen.
¿Qué dice el pasaje en su contexto original?
¿Qué dice el pasaje en su contexto original?
El significado de juzgar.
El significado mas básico del término bíblico es de separar o dividir, como distinguiendo una cosa de la otra (NIDNTT).
Otros significados:
Puede significar seleccionar o preferir (BDAG).
Puede significar pasar juicio sobre otro, buscando influenciarlos. Puede ser de forma positiva o negativa (BDAG).
Puede significar hacer un juicio basado en varios factores, la idea de presidir o discernir, o el proceso judicial (BDAG).
Puede también significar llegar a una conclusión después de un proceso cognitivo, (BDAG).
Por eso, debemos fijarnos en el contexto del pasaje para entender cuál de estos significados lleva esta enseñanza. El contexto determina el significado específico.
El Sermón del Monte.
Cristo está enseñando a una multitud, pero enfocado mas en sus discípulos, enseñándoles la vida de todo discípulo verdadero, Mat. 5:1-2.
Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos.Y abriendo su boca les enseñaba, diciendo:
Uno de los temas más resaltados del capítulo 6 es la hipocresía, Mat. 6:2, 5, 16.
Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.
Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.
Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.
Luego en el capítulo 7, Jesús advierte acerca malgastar la enseñanza santa con los que ya lo rechazan obstinadamente, y de los falsos profetas, Mat. 7:6, 15.
No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen.
Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.
El hecho que incluya situaciones en los cuales es necesario distinguir y discernir quienes son “perros,” “cerdos,” y “falsos profetas,” nos dice que es importante ejercer algún tipo de juicio.
Entonces, es importante notar que hay una forma correcta e incorrecta de juzgar.
Andrés Birch explica:
Textos fuera de contexto Capítulo 2 No juzguen para que no sean juzgados
lo lógico sería ver Mateo 7:1-2 como una advertencia contra una manera mala de juzgar. Esa manera orgullosa, hipócrita, que carece de amor, y no tiene en cuenta que, tarde o temprano, nosotros mismos seremos juzgados de acuerdo con la manera (buena o mala) en que hayamos juzgado a los demás.
El texto paralelo.
Lucas 6:37
No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados.
La frase “no condenen...” explica lo que Cristo quiere decir con “no juzguen,” juzgar condenadamente.
El mandato “perdonen...” está puesto en contraste con el juzgar con condenación.
¿Qué dice el resto de la Escritura del tema?
¿Qué dice el resto de la Escritura del tema?
Es apropiado juzgar, sacar conclusiones correctas, pero no en base a lo superficial, Jn. 7:24.
No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio.
Un día futuro, los discípulos juzgarán, en presidir y decidir administrativamente sobre otros, Mat. 19:28.
Y Jesús les dijo: De cierto os digo que en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, vosotros que me habéis seguido también os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel.
Es necesario juzgar para determinar entre dos opciones, a favor o en contra de la voluntad de Dios, Hch. 4:19.
Mas Pedro y Juan respondieron diciéndoles: Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios;
Hay una responsabilidad para creyentes de ejercer juicio dentro de la iglesia, 1 Cor. 5:12; 10:15.
Porque ¿qué razón tendría yo para juzgar a los que están fuera? ¿No juzgáis vosotros a los que están dentro?
Como a sensatos os hablo; juzgad vosotros lo que digo.
No es apropiado menospreciar o condenar a otros en cuanto a temas de consciencia, poniendo tropiezo a los demás, Rom. 14:3, 10, 13.
El que come, no menosprecie al que no come, y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha recibido.
Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo.
Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano.
¿Cómo lo puedo aplicar a mi vida hoy?
¿Cómo lo puedo aplicar a mi vida hoy?
No juzgues hipócritamente.
Antes de hablar una verdad correctiva a nuestro hermano, debemos examinar nuestro propio corazón para identificar prejuicios y motivos incorrectos, Mat. 7:5.
¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.
En juzgar a otros en hipocresía, uno se condena a si mismo, Rom. 2:1-3.
Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo.Mas sabemos que el juicio de Dios contra los que practican tales cosas es según verdad.¿Y piensas esto, oh hombre, tú que juzgas a los que tal hacen, y haces lo mismo, que tú escaparás del juicio de Dios?
Tus juicios más duros a menudo revelan tus debilidades más profundas— Craig Groeschel.
Ilustración: Un hombre acusaba sin misericordia al pastor de mala administración de las finanzas de la iglesia cuando no había investigado lo suficiente para encontrar la mejor oferta para un arreglo necesario. Al tiempo, se descubrió que aquel hombre robaba dinero de la iglesia y estafaba a los clientes de su empresa.
Aplicación: Antes de amonestar a alguien, amonesta a la persona que ves en el espejo. No tienes que ser perfecto, pero si debes tener un control saludable sobre tus propias luchas y debilidades, irreprensible ante otros.
No juzgues superficialmente.
El juicio debe ir mas allá que las apariencias externas, Jn. 7:24.
No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio.
El juicio debe ser directamente relacionado a la verdad, Jn. 8:15-16.
Vosotros juzgáis según la carne; yo no juzgo a nadie.Y si yo juzgo, mi juicio es verdadero; porque no soy yo solo, sino yo y el que me envió, el Padre.
Ilustración: Si no me conocieras, y me vieras caminando por la vereda de noche, abrigado y con barbijo, seguro te cruzarías hacia la otra vereda por temor a que le robe. De forma opuesta, algunos piensan que al ser pastor, nunca tengo ninguna dificultad en mi vida. En ambos casos, la realidad es opuesta a la apariencia.
Una mujer acusó a un hombre miembro de su iglesia de ser un borracho porque vio su camioneta estacionado frente un bar. El hombre explicó que había experimentado problemas mecánicos y se detuvo allí hasta que un amigo lo fuera a buscar. Eso no cambió para nada la opinión de la mujer y le seguía acusando de ser un hipócrita borracho. Para enseñarle una lección a la mujer acerca de no juzgar sólo por las apariencias, el hombre estacionó su camioneta frente la casa de la mujer… toda la noche.
Aplicación: Si los problemas simplemente fueran cuentas matemáticas, serían más fácil de solucionar. El problema es que personas no son problemas matemáticos. Hay motivos y pasiones, progresos y retrocesos, hay procesos y pecados. Todo eso involucra realmente acercarse a la situación, a la persona, para realmente poder ser de ayuda. Una práctica de ayuda es poder acercarse lo suficiente para poder expresar, “Ayúdame a entender cómo llegaste a esto.” Buscar acercarse y entender a alguien es necesario para que ellos te den lugar para ser de ayuda. Nadie acepta ayuda ni amonestación a la fuerza. Si estamos practicando relaciones de forma bíblica, tendremos ese lugar y la confianza para poder ser de ayuda en ejercer buen juicio para la situación, Pr. 27:17.
Hierro con hierro se aguza; Y así el hombre aguza el rostro de su amigo.
No juzgues desinteresadamente.
Interesado en llegar al corazón, sabiendo que solo el Señor lo conoce y lo cambia, 1 Cor. 4:5.
Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios.
Interesado en la condición espiritual, dándose cuenta que no es para cualquiera, 1 Cor. 5:13, Mat. 7:6.
Porque a los que están fuera, Dios juzgará. Quitad, pues, a ese perverso de entre vosotros.
No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen.
Interesado en la misericordia, Sant. 2:12-13.
Así hablad, y así haced, como los que habéis de ser juzgados por la ley de la libertad. Porque juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia; y la misericordia triunfa sobre el juicio.
Interesado en la restauración, Gal. 6:1-2.
Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.
Toda confrontación de pecado en otros debe hacerse en mansedumbre, no en orgullo. No podemos representar el papel de juez: sentenciar como si fuéramos Dios. No podemos representar el papel del superior, como si estuviéramos exentos de las mismas normas que exigimos de otros. No debemos representar el papel del hipócrita: culpar a otros mientras nos excusamos a nosotros mismos.— MacArthur, J. (2017). Mateo. (R. Acosta, Trad.) (p. 418). Grand Rapids, MI: Editorial Portavoz.
Ilustración: Hay personas hoy en día quienes son usados por Dios grandemente, pero en algún tiempo en su vida, tuvieron que ser confrontados y aún restaurados después de haber vivido en pecado. Por su humilde arrepentimiento y arduo restitución en sus situaciones específicas, fueron restaurados después de un largo proceso de paciencia y gran misericordia de parte de la iglesia. Dios obra en personas en el proceso de restauración, y cada uno de nosotros debemos decidir si seremos obstáculo o ayuda en ese proceso.
Aplicación: Entonces..... cuando ves algún hermano aparentemente participando en alguna práctica que no agrada a Dios, o cuando uno de tus hijos se viste, comporta, o se junta de una forma que no te parece sabio, o si ves alguien publicar en los medios sociales algo que no parece ser correcto, en lugar de pronunciar juicio, has tres preguntas y toma el tiempo de examinarte antes de responder:
¿Hay algo similar en mi vida que preciso someter a la voluntad de Dios para así agradarle? Te ayudará a no ser hipócrita en tu juicio.
¿Entiendo todo el contexto de la situación? Te ayudará a no pasar juicio antes de entender lo necesario de la situación. Esto implica acercarse para hablar con la persona para que puedas entender de su parte lo que está ocurriendo.
¿Cómo debo dirigirme a esta persona para ayudarles crecer en el Señor? Te ayudará mantener lo mas importante como primordial, su relación con el Señor, practicando misericordia y participando en el proceso de la restauración.
Se paciente, dé gracia, y no le grites al pobre alma que está del lado opuesto a tus quejas! —un señor al concluir un argumento en Facebook.